Dirección Financiera, Coaching y Yoga.

Dirección Financiera, Coaching y Yoga.

Sí, todo junto suena excéntrico, pero en realidad no lo es. Cuando trabajamos desde la dirección financiera lo hacemos desde un modo bastante particular, intentando principalmente profesionalizar la empresa, lo cual no es sencillo, dependiendo de la edad de la compañía y el arraigo de diferentes costumbres. Es por eso por lo que siempre hacemos la misma referencia: “el tiempo vale dinero y el proceso requiere tiempo”.

 

Siempre comentamos que ayudamos a las empresas a trabajar como “un reloj suizo”, puesto que, de nuevo indicamos, la eficiencia en tiempos ahorra dinero, que es lo que intentamos controlar (no se trata de reducir costes, se trata de reducir tiempos). Es por eso por lo que una de las herramientas que más utilizamos es el Coaching ejecutivo a través de la profesionalización de la empresa. Establecer procesos, protocolos y procedimientos, tres palabras que hoy en día surgen con fuerza, aunque muchos dicen que los tienen, nadie ha oído hablar de ellos (O muy pocos).

 

El coaching ejecutivo, visto desde la dirección financiera, es esencial. El ejemplo que más utilizamos es el del tenis, puesto que, cuando eres niño, la utilización de una raqueta es todavía algo nuevo, pero cuando ya eres mayor, tienes arraigado una manera de funcionar. En ese momento, lo primero es quitar arraigo y luego establecer o asentar bases. Eso es lo que hacemos. Entender vicios internos a nivel del control de caja y diferentes métricas esenciales para determinar qué está sucediendo en la empresa, dónde se está perdiendo tiempo o dinero, y qué procedimientos, procesos y protocolos deberíamos empezar a trabajar de forma sencilla para establecer puntos de corte entre departamentos. Hacer estructura, responsabilidades, roles, igualmente importante, a trabajar con RRHH, que en ciertas ocasiones también cae dentro de la dirección financiera. Automatizar la eficiencia nos hará ahorrar dinero, enseñar a andar este camino es la clave.

 

¿Por qué el Yoga? Simplemente porque los CEO actuales, en gran medida, no disponen de una rutina clara con la que poder ejecutar la semana y absorber tanto conocimiento en un periodo corto de tiempo. Nosotros trabajamos con contratos que van desde los 6 meses hasta los 24, principalmente porque llevar a cabo el entendimiento, desarraigo y establecimiento de nuevas bases requiere tiempo, el cual no se ha invertido normalmente en periodos anteriores. ¿Qué es lo normal? No tener una rutina de trabajo y seguir guiado por el “barro” del cortoplacismo.

El yoga ayuda a disponer de una consciencia del camino que intentamos abrir a nuestros clientes/jefes/CEO, para que dicha maduración no sea un trauma, sino un periodo de aprendizaje comprimido. El yoga es esencial, como el coaching profesional, ya que ambas nos enseñan herramientas clave para poder crecer en la empresa, generar valor y reestructurar internamente. Una buena reforma requiere consciencia para entender qué sucede, sobre todo porque el camino es duro.

 

Estamos en una época, en la que los números por sí solos no sirven. Cuando hablamos de TAC-Financiero, lo hacemos desde la consciencia de entender que hacer un TAC, es hacer un análisis previo mediante números sobre lo que sucede en la empresa o cómo está la empresa. Es a partir de dicho análisis, donde entendemos el negocio, qué habría que cambiar y cómo podemos ayudar a crecer y sentar las bases correctas

Lorenzo Javier Martínez-Moya Scharpf,  

Socio/Director

Scharpf & Associates