Presupuesto, o Budget. Lo importante es tenerlo. Y luego revisarlo.
Termina el mes de noviembre y
muchos hemos estado pensando en los presupuestos de nuestro negocio para 2023.
Algún rezagado está aún planificándolo, pero… “nunca es tarde si la dicha es
buena”. Y es que tener un
presupuesto es fundamental en finanzas para ser eficiente a la hora de perseguir
el objetivo de nuestro negocio. Se puede decir que es una herramienta para poder
“ser fiel a nosotros mismos”. De hecho se dice que no sirve. Es un bulo. El
problema no es que no sirva, el problema no es dedicarle el suficiente tiempo.
El día a día de un negocio nos
hace ir mirando solo el corto plazo y olvidamos ciertas tareas como: enfatizar la
labor comercial cuando toca (no a corto, pensando a largo), revisar precios o
negociaciones que afectan a los costes, realizar aquellas inversiones pendientes
(que luego se ejecutan más tarde de lo previsto) y necesarias para el
crecimiento… Es por ello, que si mes a mes conseguimos comparar cuál era
nuestro objetivo con el camino que estamos llevando, podremos enfocar nuestra
energía y recursos en la política y estrategia correcta de nuestra empresa. Importante,
dedicarle tiempo. Si, que no tenemos. Pero dedicarle tiempo. Porque luego, nos
interesa saber si vamos bien, o deberíamos ir mejor.
Nuestro equipo considera que hay
ciertas consideraciones que siempre se deben tener claras a la hora de realizar
un presupuesto:
–
La estructura organizacional. Qué áreas,
departamentos y personal necesita el negocio. Por ejemplo, área de operaciones,
ventas o administración. Y cuáles son las políticas de remuneración del
personal. Ser conscientes y objetivos.
–
Tener unos gastos bien definidos,
agrupados y cuantificados. Tanto fijos (salarios, alquiler, luz…) como
variables (materias primas, servicios de un proveedor externo…).
–
Reserva o fondo para imprevistos. En 2022
hemos visto como muchos presupuestos se han visto ajustados por la subida del
IPC de los últimos meses, o cómo no nos hemos podido abastecer de stock por los
problemas acaecidos en el transporte suponiendo un problema de caja importante.
–
Inversiones necesarias. Se deben de priorizar
y tener presupuestadas.
–
Programa de revisión constante de ese
presupuesto. Sin este control, la funcionalidad del presupuesto no tiene
sentido. Hay muchas empresas que realizan los presupuestos a finales de año y hasta
pasado un año no dedican un minuto más a revisarlo. Eliminando de esta forma la función
preventiva y correctiva de un presupuesto financiero.
Desde Scharpf, podemos ayudarte a
realizarlo, pues consideramos que las ventajas que nos aporta son innumerables.
Entre otras cosas, nos ayuda a ser más eficientes en las operaciones
coordinando los diferentes centros de coste. También nos proporciona un mayor
control de la gestión y de la liquidez de la empresa, incluso nos permite
anticiparnos a saber si tendremos que recurrir a financiación. En general, un presupuesto
anual nos ayuda a alcanzar nuestros objetivos y mejorar nuestra competitividad
teniendo una visión integral del negocio. ¿Te animas?
Marta Hernández
Socia/Directora
Scharpf & Associates