Respiras y bebes todos los días?
Visualizar los bancos todos los días es un problema o una droga, según se mire. Si falta, genera ansiedad; si está a tope nos incita a gastar. Por eso es imprescindible llevar siempre un orden.
Debemos comenzar por los procesos. Aunque sea algo sencillo. Implantar un procedimiento claro y definido es como respirar mientras creces: lleva oxígeno a todo el cuerpo y elimina lo innecesario. Dicho de forma más clara: o lo haces, o mueres. Pues lo mismo pasa con los procesos en cualquier organización.
Por ejemplo, algo tan sencillo como presentar los modelos de impuestos trimestralmente puede convertirse en un auténtico suplicio. El ejemplo más común en este aspecto es dejar todo el trabajo para el último día y enviar a la gestoría el «tocho» entero de facturas, tickets, etc. sin apenas tiempo para manejarlo. Y claro, pretendes que la asesoría entienda el resultado que sale. Imposible.
Implantar ahí un procedimiento ofrece muchas más ventajas que esfuerzo. Se trata, por ejemplo, de llevar un seguimiento mensual de forma interna. Es sencillo, es práctico y anticipa problemas. Como levantarte, cepillarte los dientes, desayunar, vestirte e ir a trabajar. Una vez adquieres el hábito apenas te supone esfuerzo. Pero hay que cogerlo, evidentemente.
En cuanto a la caja, hay que revisarla semanalmente. Y, por supuesto, no dejarnos llevar por un estado puntual de tesorería que descubrimos por la mañana al revisar las cuentas del banco. Por ello, saber qué timing poner a ciertas cosas nos desahoga enormemente y nos deja centrarnos en lo importante.
Bien, pues se trata de unir el primer aspecto, la importancia de establecer procedimientos claros y bien definidos, con el segundo, la revisión cotidiana de la caja. Al final, esto es el ABC. Establecer un procedimiento de revisión de caja es como beber y respirar, la parte más esencial del día a día de las empresas. A partir de ahí, es cuestión de visualizar el resto de actividades: cierres mensuales, ratios de productividad, automatización, etc.
Al principio cuesta, pero en cuanto coges el hábito, es pan comido.
¿Y tú, cuantas veces miras los bancos a lo largo del día?
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El Cash Flow, Flujo de Caja, o directamente “La Caja”
Lorenzo Javier Martínez-Moya Scharpf
Socio Principal
Scharpf & Associates
